Tortuga Caiman

Foto por: Florida Fish and Wildlife

Tortuga Caimán

Una de las especies de tortugas que no infunde ternura, se trata de la tortuga caimán que sólo con el nombre nos da una idea de sus características físicas y algunos rasgos de su comportamiento.

Las tortugas caimán han permanecido sobre la tierra por millones de años conservando sus características, sobre todo un caparazón fuerte y una cabeza grande que llaman la atención. Pero eso no es todo, porque tiene el caparazón más distintivo del género testudines, pues está lleno de crestas fuertes que apuntan hacia todos lados.

Cuando son pequeñas pueden confundir porque tienen un caparazón más liso, pero cambian al crecer.

Tal como los caimanes, la tortuga caimán tiene una cola larga más ancha en la base y angosta en la punta llena de pequeñas elevaciones puntiagudas.

No son muy activas dentro del agua, incluso algunas plantas acuáticas suelen crecer en su caparazón por la inactividad, pueden durar más de 40 minutos debajo del agua.

Un dato curioso es que tiene la lengua de un color rojo intenso que utiliza para atraer a sus presas, por ello no necesita buscar tanto para conseguir alim
ento. Además tiene la capacidad sensorial de detectar presas escondidas en el barro.

A diferencia de otras tortugas está protegida hasta en sus extremidades porque tiene escamas resistentes a cualquier ataque. Por algo la llaman el dinosaurio del mundo de las tortugas.

Pero lo más sorprendente es que esta tortuga tiene una de las mordidas más feroces de su especie, por lo que no es la mejor mascota. Aunque no son agresivas, recurren a la mordida como su técnica de defensa ante cualquier amenaza.

Algunos estudios han revelado que las tortugas Caimán pueden consumir otras especies de tortugas como parte de su alimentación.

Un dato interesante es que las tortugas Caimán son pocas en el mundo y cada vez hay más esfuerzos para preservar esta especie. En cautiverio algunos ejemplares han sido recuperados y utilizados para la reproducción.

Hoy en día hay algunos programas en Estados Unidos para su preservación, incluso se han conseguido algunos ejemplares jóvenes y de edad adulta que pesan más de 30 kilogramos.